
Mujeres empoderadas: son madres y ahora conducirán los camiones que recogen la basura domiciliaria
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Mariela Pérez y Lorena Díaz hace años trabajan en la empresa que tiene el servicio de recolección de residuos en Comodoro, y ahora son las primeras mujeres en integrar ese servicio, luego que trabajaron en el área de barrido de calles. “Es una muy buena oportunidad. Estoy contenta, también por la inclusión de la mujer porque estamos haciendo igualdad de género en una empresa que siempre fue de hombres”, dijo Mariela.
A las 8:00 de la mañana, cuando el sol comienza aparecer en el horizonte, comienza el trabajo de Mariela Pérez y Lorena Díaz, dos mujeres empoderadas que ya son las pioneras del servicio de recolección de residuos en Comodoro Rivadavia.
Por estos días, hasta que cae el sol ellas recogen los residuos voluminosos, en lo que es la primera etapa de la preparación que deben cumplir hasta que se terminen subiendo al camión.
Mariela y Lorenz están contentas, no solo es un gran paso para que darle una mejor calidad de vida a sus hijas, sino también la posibilidad de marcar el recorrido de las mujeres en una empresa de hombre.
“Esta es una muy buena oportunidad. Estoy contenta, también por la inclusión de la mujer porque estamos haciendo igualdad de género en una empresa que siempre fue de hombres”, dijo Mariela. “El trabajo es bastante intenso, cansador, diferente a lo que hacíamos, porque el barrido es muy sedentario más allá que andas caminando, acá levantás cosas pesadas, pero estamos felices, siempre se puede”, agregó.
La última semana las chicas estuvieron juntando residuos voluminosos en las calles, es decir la chatarra que se junta en la casa, desde ramas hasta lavarropas en desuso. Muchos las vieron atrás del camión, bajando a toda velocidad para subir la carga.
Según contaron luego de esta etapa llegará el momento de la basura domiciliaria. El objetivo es que conozcan el trabajo que realizan sus compañeros y pongan en práctica todo el conocimiento una vez que suban al camión y sean las que conduzcan.
Pero previo a llegar ese paso, Lorena y Mariela pasarán por la escuela de conducción de la empresa, donde aprenderán desde mecanica hasta el funcionamiento total de la unidad.
Para Lorena, quien además juega al fútbol, este ascenso es todo un logro, algo que reconoce su familia pero también mucha gente que se alegra cuando las ve trabajando, y marcando camino en un mundo que hasta ahora era solo de hombres.