Más resultados...

Generic selectors
Exact matches only
Search in title
Search in content
Post Type Selectors

¿Por qué el insomnio aumenta durante la cuarentena?

La cuarentena trajo aparejada un incremento en la cantidad de gente que padece insomnio. Te explicamos a que se debe

 

Desde hace 15 días, las búsquedas en Google acerca del insomnio entraron en alza. Y no es para menos. Los trastornos del sueño se caracterizan por patrones de sueño anormales que interfieren con nuestro funcionamiento físico, mental y emocional.

 

La situación de confinamiento nos torna proclives a desarrollar ansiedad. El insomnio en estos casos es una respuesta causada por la hipervigilancia.

 

La hipervigilancia es un estado acrecentado de sensibilidad sensorial acompañado de una intensidad exagerada de comportamientos cuyo propósito es detectar actividad en el entorno. En particular, toda actividad que nos pueda resultar amenazante. El insomnio es por lo tanto una manera de mantenernos en alerta frente a la inminencia de un peligro percibido o imaginado.

 

Nuestras rutinas durante los días en cuarentena, en particular aquellas que nos obligan a salir a la calle provocan que estemos constantemente alertas para detectar cualquier peligro potencial de contagio.

 

Tomamos el transporte público para ir al trabajo, lo que nos hace preocupar por la distancia que mantenemos con otros pasajeros. Nos preguntamos si los manillares de los trenes de donde nos tomamos han sido tocados por otras personas o si una persona tosiendo en nuestro vagón tiene Coronavirus.

 

Practicamente toda actividad fuera de nuestro hogar durante estos días es atípica. Las calles desiertas, colas para entrar a los supermercados, gente con guantes y máscaras en la calle, actividad inusualmente alta de la fuerza pública en las calles, altavoces en estaciones, supermercados y patrulleros por la calle emitiendo mensajes de precaución y recordándonos que estando fuera de nuestro hogar, estamos en riesgo.

 

Nuestro cerebro es una sofisticada máquina biológica que desarrolló algoritmos predictivos a traves de cientos de millones de años de evolución que se han ido perfeccionando para una función en particular: calcular la probabilidad de riesgo e implementar conductas para mantenernos con vida. 

 

Es así como toda situación amenazante pone nuestro sistema en estado de alerta. Si a esto sumamos el componente cognitivo, esto provoca que si bien nosotros podamos ya estar seguros en nuestras casas, nuestras mentes pueden permanecer en los momentos previos donde experimentamos todas estas sensaciones y experiencias. Por lo que a veces seguimos preguntándonos si lo que hicimos durante el día nos expuso y estamos llevando el virus a nuestros hogares. O bien pensamos, con suma frecuencia y sin tener respuesta, por cuanto tiempo más deberemos vivir esta situación hasta hace unas pocas semanas atípica y digna de una película de ficción apocalíptica.

 

Todos estos factores complotan para que a la hora de querer conciliar el sueño, la tarea, para algunas personas, se torne una misión imposible.

TAMBIEN TE PUEDEN INTERESAR: