Trata de personas en Chubut: de ser un lugar de tránsito a convertirse en provincia de destino
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El delito mutó. Lo admitió la directora de la Oficina de Lucha contra la Trata.
El próximo 23 de septiembre se conmemora el Día Internacional contra la Explotación Sexual y la Trata de Personas y desde la Oficina de Lucha contra la Trata de Personas de la Subsecretaría de Derechos Humanos están llevando a cabo charlas virtuales de sensibilización ante esta problemática.
En ese marco, su directora, Florencia Césari, aseguró que hoy la provincia es el delito mutó en la provincia. “Chubut por mucho tiempo fue una provincia de tránsito. Los migrantes de Perú, Bolivia, Paraguay eran captados en su lugar de origen, llevados a Buenos Aires y desde ahí los trasladaban a Chile, Tierra del Fuego y Chubut era un lugar de tránsito. Ahora en cambio se dice que Chubut es una provincia de destino de trata de personas”.
Respecto a los tipos de explotación que más se identifican sostuvo que la mayor cantida de casos son laboral y de explotación sexual. “Cuando es trata con fines de explotación sexual no quita que las víctimas sepan que van a ejercer la prostitución. El delito existe igualmente en la captación y en el engaño, además de la explotación, porque muchas veces ya ejercían la prostitución en su lugar de origen y vienen engañadas por la situación, pensando que lo van a hacer en mejores condiciones”, explicó la responsable.
“Las víctimas de trata son víctimas especiales, con una situación de vulnerabilidad previa que puede ser adicción a drogas; minoridad; personas que crecieron en culturas prostibularias; víctimas de violencia o pobreza o bien migrantes que no conocen los derechos laborales y son sometidos en condiciones inadecuadas” detalló Césari.
En Chubut se observa “una mutación en los mecanismos que toman los tratantes para llevar a cabo el delito, lo que hace que sea más difícil de detectarlo”. Un ejemplo es cuando el Estado adhiere a los proyectos de Trata Cero prohibiendo prostíbulos y whiskerías, pero proliferan los VIP`s. Esta modalidad es presentada casi como una cooperativa de trabajo de quienes ejercen la prostitución, afirmando que se pusieron de acuerdo para alquilar un departamento. “Supuestamente si ellas lo alquilan y lo manejan, no habría un tratante ni una captación. En esos casos es muy difícil detectar y comprobar quién está detrás llevando a cabo la explotación”, reconoció.
Desde la Oficina, la mayor dificultad está en lograr la participación de las víctimas. “Muchas veces no quieren participar por miedo a las represalias, porque se sienten responsables, porque tienen amenazada a su familia, porque es el único ingreso que tienen y piensan que permanecer en ese lugar es lo único que pueden hacer”, agregó Césari.
En ese sentido, aclaró que cuando se habla de trata, en el imaginario de la mayoría de las personas se piensa en secuestros, privación de libertades físicas y en otros conceptos alejados de la práctica real de la trata de personas, lo que hace invisible a los casos cotidianos que suelen naturalizarse.
“Hay que romper con ese mito porque lleva a naturalizar muchas otras modalidades. La campaña para promover denuncias apunta a una explotación que es invisible, porque no es gente que está privada de libertad; es gente que está entre nosotros”, indicó.